Diecisiete de los treinta y tres socorristas de la empresa Baleares de Gestión de Seguridad y Salvamento (GSS), que cuida de la vigilancia de las playas del término municipal de Ciutadella, realizaron a lo largo de este fin de semana una protesta simbólica para difundir su malestar por el retraso en el cobro de sus nóminas y la precariedad de las condiciones y los materiales con los que se ven obligados a trabajar.
Acto simbólico
Los socorristas izaron la bandera naranja en las playas, que significa ausencia de salvamento, aunque continuaron en sus puestos de vigilancia y realizaron su trabajo con normalidad. «Queremos difundir este malestar porque así no se puede trabajar», explicó a este diario Tomeu Piris. La empresa les ha comunicado que no ha percibido todavía el pago del Ayuntamiento de Ciutadella para justificar el retraso en el abono de las retribuciones «y que por ahora solo va a poder pagarnos el 35 por ciento de la nómina de julio».
La precariedad en las condiciones laborales ya ha provocado que varios socorristas hayan abandonado la empresa, aunque sus plazas han sido cubiertas «como han podido con personas de una cierta edad». Piris afirma que un socorrista de GSS cobra cuatro euros a la hora.
La empresa Baleares de Gestión de Seguridad y Salvamento, ubicada en Mallorca, gano la concesión de las playas de Ciutadella con una oferta que rebajaba en 22.000 euros el presupuesto de licitación fijado por el consistorio en 177.863,28 euros. También sufre problemas en la concesión que tiene en algunas playas de Eivissa.