El Consell ha dejado clara su postura sobre el futuro de las casas de La Solana que fueron desalojadas y están actualmente en desuso en el puerto de Maó. El pleno aprobó ayer con los votos del gobierno tripartito (Més, PSOE y Podemos) y a propuesta del conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, apoyar la petición de la asociación Amics de la Mar de Menorca-Port de Maó ante Autoridad Portuaria de Balears (APB) para que se le otorgue la concesión de dichas edificaciones y sus amarres. El objetivo es que en esa zona la entidad tenga su sede social y guarde tanto material como embarcaciones que tiene en custodia y que constituyen parte del patrimonio marítimo de la Isla.
El PP se abstuvo en la votación de la propuesta porque, según explicó la consellera Aurora Herráiz, aun considerando «fundamental» el trabajo de Amics de la Mar, debería de abrirse un proceso «para que todo el mundo pudiera optar» y añadió que decantarse por una única entidad «no nos parece justo ni democrático, puede haber más opciones», al tiempo que apuntó posibles colaboraciones con la Fundació per a Persones amb Discapacitat o el Centre de la Mar.
El conseller de Cultura por su parte aseguró que la propuesta no implica «un apoyo exclusivo» a Amics de la Mar sino que se trata de «una colaboración abierta». Maria aseguró que no consta que haya otros peticionarios para utilizar las casas, no obstante subrayó que la propuesta aprobada ayer por el pleno «no excluye» que se presenten otras opciones.
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