El rescate de la obra de la desaladora de Ciutadella por el Ministerio de Medio Ambiente dejará al Govern en una «situación de partida muy favorable en cuanto al precio» que se fijará para el agua tratada, sobre el que solo se tendrá que repercutir «la concesión de mantenimiento y la obra de conexión» de la planta con la ciudad, explicó ayer la directora general de Recursos Hídricos, Joana Maria Garau.
El anuncio realizado por el Gobierno, que pagará a los concesionarios los 16 millones de euros que reclamaban por sobrecostes, implica que la cantidad a repercutir sobre los usuarios sea ahora de una cuarta parte de esa cifra, los cerca de 4 millones que Balears deberá invertir para la canalización desde la infraestructura, necesaria para su puesta en marcha.
Garau no concretó números, ya que éstos, con los años transcurridos desde que se hicieron los cálculos iniciales (en 2011 se estimó que el precio por metro cúbico subiría a 1,30 euros solo por el tratamiento), no serían exactos. «Tenemos que realizar un estudio económico para ver cómo quedarán los precios, hay que volver a realizar los cálculos pero serán razonables», manifestó la responsable de Recursos Hídricos. No obstante recordó que será agua con un tratamiento, por lo que su precio «no puede ser el mismo que el del agua subterránea».
La directora general priorizó la negociación con el Ayuntamiento sobre la utilización del agua que salga de la planta.