«Sentirse menorquín no es contradictorio con la identidad española». Es la frase que utiliza el sociólogo Antoni Tarabini para definir el sentimiento de pertenencia de los isleños, que se concreta en una población muy menorquina, con poca vocación de 'país' en cuanto a las cuatro islas y con una condición española con pocos matices. Y es que, así como «es lógico que quieras antes a un hermano que a un pariente lejano», según apunta en sentido metafórico el poeta y compositor Tòfol Mus, lo cierto es que «el mar aísla».
En lo que respecta al sentimiento nacional, la mitad de los isleños se declara tan español como balear. Así se desprende del último informe sociológico de Quaderns Gadeso. Otro 31 por ciento asegura sentirse más balear que español. Se trata, junto con Formentera, del porcentaje más elevado con respecto al resto de islas. Y un 12 por ciento solo se siente balear. El 8 por ciento restante asegura sentirse más español que isleño.
No obstante, significativo es que Menorca es la isla que menos identificada con Balears se encuentra, un aspecto que confirma que no hay sentimiento balear. Así que de «cuatro islas, un país», nada de nada. El poeta Ponç Pons profundiza en este sentido al considerar que el lema puro y duro es el de «cuatro islas, cuatro mundos» con un concepto de Balears que no tenemos nada enraízado.
Gadeso desvela, en este sentido, que ocho de cada diez menorquines se siente más identificado con su propia isla que con la Comunidad Autónoma. Solo un 19 por ciento se identifica con Balears, el porcentaje más reducido de todas las islas.
Tarabini es claro al aseverar que «por razones históricas diferenciadoras al resto de islas y por sus rasgos propios en materia cultural y económica, Menorca siempre ha tenido una realidad propia y más alejada a la balear». Y aboga por «el diseño de una comunidad cuya unidad se lleve a cabo desde la diversidad de cada isla».
A nadie se le escapa que muchos isleños relacionan Balears con Mallorca, al aglutinar la mayor parte del pastel. Con ello, Tarabini explica que cuando realizan encuestas en las que se plantean preguntas sobre el Govern, muchos menorquines contestan en base al Consell. Y es en este sentido que el sociólogo defiende «un Parlament con unos criterios unitarios de referencia pero que no afecten a la realidad concreta de cada isla, los consells deben tener capacidad de disposición, sin que ello signifique un reino de taifas».
Con respecto a los Països Catalans, así como «desde el punto de vista político es poco significativa, en términos culturales, Menorca incluso más que Mallorca, mantiene un sentimiento de realidad cultural comuna con Valencia, Catalunya y Balears», concluye Tarabini. Solo un 2 por ciento se identifica con este territorio.
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Jo, en tot cas, faig meua una afirmació des professor i historiador ciutadellenc Miquel Àngel Casasnovas Camps quan diu a sa seua Història de Balears que formam un país divers, però coherent