Mientras el despliegue de la fibra óptica se va completando en toda la Isla, la pugna por la instalación de la alta velocidad en el casco antiguo de Ciutadella parece lejos de solucionarse.
El Ayuntamiento sigue firme en su postura de cumplir el Plan Especial de protección del casco histórico que prohibe «taxativamente» el cableado visto y obliga a soterrarlo. Telefónica, por su parte, se resiste a hacer frente a la inversión que esto supone ante el riesgo de que la operación no sea rentable. Tras acudir a sus servicios jurídicos, la operadora reconoce la base legal de los argumentos de la Administración, por lo que ha aparcado la vía legal como medida para desencallar la situación.
De momento, la operadora ha centrado sus esfuerzos en el resto del casco urbano del municipio, donde espera finalizar las obras antes de final de año, y ha abandonado las tareas previas a la instalación en la zona de conflicto, como es la limpieza de las fachadas.
El concejal de Mantenimiento de Vía Pública, José López, explica que en gran parte del casco antiguo ya existen canalizaciones por las que hacer pasar el cable de fibra óptica. Sin embargo, faltan por hacer las obras que permitan la conexión del cableado desde la calle a los domicilios. Un coste que el Consistorio asegura que no puede asumir. En caso de que tampoco se haga cargo del mismo Telefónica, dejará sin servicio de internet de alta velocidad a empresas y vecinos del centro de Ciutadella.
Tempos
Telefónica se da un plazo de dos o tres meses para que la situación se desbloquee. De lo contrario, no descarta buscar una operación más rentable en otro lugar y dejar el centro del municipio con el actual cable de cobre. El Ayuntamiento, por su lado, se queda sin demasiado margen de maniobra debido a su nula posibilidad de inversión y a las restricciones qu impone el Plan Especial.