Arrancó la campaña en el Aeropuerto, con la maleta a cuestas y el cartel de su número uno al Congreso de los Diputados, Jaume Font.
¿A dónde iba?
— A Madrid, que es donde se cuece todo lo importante para Menorca. Tenemos un déficit fiscal del 15 por ciento, pagamos más y recibimos menos, y hace tiempo que hemos dejado de ser los primeros en renta per cápita. Así que no podemos estar todo el tiempo pidiendo a Madrid, y encima con intereses, cuando el dinero que tiene es nuestro. Por eso reclamamos que el Estado nos condone el Fondo de Liquidez.
¿Es la consecuencia de haber tenido en la capital solo representantes de partidos estatales?
— Es la consecuencia del peloteo de los grandes partidos, en los que quien protesta no escala. Han dejado de ser democráticos, y eso solo se combate como hace el PI, proponiendo la creación de listas abiertas para elegir el Senado.
¿Cómo puede incidir un diputado del PI en Madrid entre tanto partido de ámbito estatal?
— Tenemos un referente: Coalición Canaria. Un kilo de patatas de aquí vendido en la península sale un 24 por ciento más caro por el transporte, pero esto no pasa en Canarias, donde el precio del plátano es el mismo. Puede hacer mucho más Font que un número 3 del PP. ¿Cómo puede presionar al de más arriba si es quien le ha metido en la lista?
¿Con qué gobierno se sentiría más cómodo: con uno que presidiera Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Albert Rivera?
— Somos un partido de centro, sin radicalismos, y nos preocupa Balears. Defenderemos las Islas ante el Gobierno que sea.
Usted lleva 16 años transitando por las distintas opciones de centro en Menorca. ¿El PI es la culminación de este proceso?
— Es la culminación de UCM. De hecho, nuestro programa es muy parecido al que entonces defendimos con Pau Lluch y Federico Álvarez. UCM necesitaba una opción de centro en Balears y el PI es el referente que buscábamos, ya que prioriza la defensa de los intereses de las Islas. Pero, desgraciadamente, llevamos 30 años de retraso en este sentido.
Més también defiende la Isla, y tampoco rinde cuentas a Madrid.
— Sí, pero tiende a la radicalización y no priorizó la mejora de la financiación en el Govern. Prefirió un pacto ideológico y, después, rechazó la lista conjunta de país que le propusimos. Nuestro problema es que no tenemos el poder de otros partidos ni nos invitan al programa de Bertín.
Y eso que Jaume Font cocina mejor que Rajoy...
— Infinitamente mejor. El arros brut que prepara es mel.
UCM alcanzó su techo institucional en la Isla en un momento crítico para el PP, que parece reproducirse años después...
— Pero no creo que ahora se dé el mismo caso. Entonces la crisis del PP era local; en cambio, la actual es global. Además, con el PI ahora aspiramos a tener diputado en Madrid y el bipartidismo, que entonces aún seguía vivo, ya ha muerto, porque no atendía la demanda de participación de la gente. Así que, como Ciudadanos y Podemos hagan lo mismo, seguiremos inmersos en idéntica crisis institucional. Por eso queremos obligar por ley a todos los diputados a montar su propia oficina que atienda al ciudadano y permita rendirle cuentas de su trabajo.
Algo que no han hecho, precisamente, quienes nos han representado durante esta pasada legislatura en el Congreso...
— Por sus actos les conocerás. Yo sería incapaz de estar en el mismo partido que una persona que se manifiesta con un cartelito en la plaza de la Catedral y, días después, vota en sentido inverso en Madrid. Esto solo se arreglará el día que se establezca la política de la patada en el culo, que permita echar a quien no cumpla las expectativas.
Pues llevamos ya unos años pidiendo lo mismo a Madrid: transporte aéreo digno y una mejor financiación...
— Sí pero, por contra, el Govern no ha reservado partida alguna para evidenciar su voluntad política de mejorar el transporte. Y eso es esencial para alargar la temporada. Madrid no tiene más opción que poner dinero. Gasta 4.000 millones en AVE y 600 en AENA, pero no lo tiene para que Balears tire de su motor, que es el turismo. Todo es cuestión de dinero. ¿Quieres mejorar la educación, la sanidad...? Todo pasa por ahí. Por eso reivindicamos una mejora de la financiación, el concierto económico y la flexibilidad fiscal, para que cada cual decida por lo que tiene.
¿Y qué hacemos con Cataluña?
— Es un conflicto que solo compete resolver a los catalanes. Pero si hemos llegado a este punto es porque no han funcionado todos los resortes democráticos del Estado. Normalmente, nadie quiere abandonar el barco si eso funciona.