Lo que a simple vista no apreciamos al observar la bóveda celeste por la noche, lo descubre el obturador de la cámara abierto durante unas horas. Lo que aparece son fotografías al detalle de astros y objetos astronómicos que están a miles y miles de kilómetros de distancia. Toni Bravo Carrillo (Maó, 1969), aficionado a la astrofotografía, comparte sus astrofotografías a través de Flickr para despertar la afición por la observación astronómica.
Su afición empezó hace unos 20 años, cuando al visitar una casa para comprarla, halló un telescopio y lo probó. A las pocas semanas ya tenía uno propio. Empezó a devorar libros y revistas especializadas para conocer planetas, estrellas, constelaciones, nebulosas y galaxias. Al poco, se aficionó a la astrofotografía, una disciplina que permite revelar los detalles de los astros.
Salidas de campo
El astrofotógrafo aficionado cuenta con seis telescopios y cámaras avanzadas. Para captar fotos de lunas y planetas utiliza una cámara especializada que capta miles de fotogramas y un programa selecciona los de mayor calidad y los solapa, es decir, de un millar de frames sale una fotografía. Para las fotografías de cielo profundo, como galaxias y nebulosas, se utiliza otro tipo de cámara especializada. Afirma que mientras las fotos de planetas se pueden captar desde casa, porque son astros fácilmente visibles, la fotografía del cielo profundo requiere salidas de campo nocturnas a zonas apartadas como Cavalleria. Dice que las salidas nocturnas, que requieren el traslado de todo el equipo, tienen su encanto y sorpresas como la del otro día, cuando fue testigo de las Gemínidas, una lluvia de bólidos. Uno de los astros que más le gusta fotografiar es el sol, porque es una estrella dinámica que ofrece espectaculares imágenes de llamaradas y erupciones solares, aunque ha obtenido fotografías que impactan por la belleza de objetos astronómicos muy lejanos.