Las parejas cada vez se casan menos, más tarde y por lo civil. Los últimos datos publicados confirman la tendencia a la baja de los matrimonios y se acentúa a su vez la preferencia de no pasar por el altar para formalizar una relación de pareja. Si hace tres décadas casarse por lo civil era, si no extraño, poco frecuente, de continuar con la tendencia actual contraer matrimonio por la Iglesia podría quedar reducido a algo anecdótico en unos años.
Según los últimos datos del Institut Balear d'Estadística (Ibestat), solo dos de cada diez parejas que decidieron contraer matrimonio en 2014 lo hicieron por el ritual católico, mientras que los civiles aglutinaron el 81 por ciento de las ceremonias. Hubo 298 nuevos matrimonios, de los que 56 fueron católicos y los 242 restantes lo formalizaron sin mayor creencia que la de la ley. Los menorquines celebraron el año pasado solo seis matrimonios más que en el ejercicio anterior, pero con una diferencia mucho más remarcada entre civiles y religiosos. La Iglesia pierde once y la vía civil recupera 18. Estos 298 enlances son un 34 por ciento menos que los 455 de 2004, diez años atrás. El máximo registrado.
Los datos más antiguos que recoge el Ibestat se remontan a 1986. En aquel entonces, ganaban por aplastante mayoría las ceremonias católicas, que representaban el 77,6 por ciento del total. No obstante, lo más llamativo era la elevada cifra de enlaces que se registraban anualmente, muy por encima de lo actual.