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Entre campanadas, uvas y cotillones

Menorca está preparada para celebrar por todo lo alto la llegada de 2016

2015 tiene las horas contadas y los menorquines se afanan en los preparativos para recibir el año nuevo

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2015 tiene las horas contadas y los menorquines se afanan en los preparativos para recibir el año nuevo. Una vez resuelto el aspecto gastronómico de la celebración, son muchos los que esperan a última hora para adquirir los típicos accesorios de cotillón. Prueba de ello es el gran ambiente que se vivió en un buen número de tiendas especializadas, como la que regenta Dalyn Yan en Ciutadella. Explica el comerciante de origen asiático que la cosa «está un poco más animada que en 2014». Cuando se le pregunta sobre el artículo estrella entre los que se pueden encontrar en sus estanterías, responde que «la ropa íntima de color rojo no falla».

Sin embargo, la oferta es variada y va más allá de los tradicionales gorros, collares de espumillón y matasuegras. Los que no optan por vestirse de etiqueta, apuestan, según cuentan, por prendas más desenfadadas como corbatas con brillantina, pajaritas de colores muy llamativos, pelucas o caretas.

«Cualquier cosa que encuentres puede servir», confiesa un grupo de amigas mientras se disponen a comprar elementos decorativos de un árbol de Navidad para adaptarlos a su vestuario. Cuenta una de ellas que llevan celebrando la nochevieja juntas desde que eran bien jóvenes. «Ahora nos gusta comprar decoración que se sale de lo que son los típicos cotillones... Queremos que sea una fiesta diferente», apunta otra de las participantes en el encuentro que tendrá lugar esta noche en la casa de una de ellas.


Campana y se acabó

Quienes no apuesten por la fiesta particular encontrarán una buena oferta de celebraciones en las principales plazas. Entre ellas, las concentraciones para escuchar las tradicionales campanadas a pie de calle en Maó y Ciutadella y comerse las uvas. Así, los relojes del Ayuntamiento de la primera localidad y el de la Catedral ya han sido revisados para que nada falle esta medianoche.

De ello se encarga en el Consistorio de Maó Carles Perches, que por primera vez se enfrenta en solitario a la tarea de vigilar que todo esté a punto ante la ausencia de su padre por cuestiones de salud. Sin embargo, no se trata de un trabajo nuevo, ya que ha colaborado en el mismo casi desde que tiene uso de razón. Un año más, el reloj del Ayuntamiento estará sincronizado con las campanas de la Iglesia de Santa Maria.

En Ciutadella, Antoni Barber será el encargado de echar hoy un último vistazo al reloj de la Catedral. Confiesa que ahora todo está muy mecanizado y con control electrónico, lo que es una garantía para asegurar que la tarea de la que se encarga desde principios de la década de los 90 salga como es debido. Sin embargo, la fiesta comenzará unas horas antes, a mediodía, con la segunda edición de una actividad que ya triunfó el año pasado, la celebración de las campanadas infantiles, en las que se cambian las uvas por gominolas.

En el resto de localidades también tendrán la oportunidad de despedir el año en comunidad, como en Es Mercadal, donde es tradicional hacerlo siguiendo la retransmisión por la televisión en la Sala Multifuncional, mientras que en Fornells brindarán frente al reloj de la Casa del Contramestre. En Es Migjorn harán lo propio en el Pla de l'Església, en Es Castell en la Plaça Esplanada y en Sant Lluís en el Pla de Sa Creu. En Sant Climent se congregarán en Es Pla. Una vez pasada la medianoche, Alaior y Ferreries también se sumarán a la fiesta con la celebración de animadas verbenas.

En lo que a las condiciones meteorólogicas se refiere, y según las previsiones de la Aemet, parece que la noche será agradable en cuanto a temperatura, con unos 11 grados de mínima, aunque las probabilidades de lluvia, dependiendo de los municipios, oscilarán entre un 5 y un 20 por ciento.

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