Desde este lunes está abierto el plazo para que la inspectora de Sanidad acuda a la planta desnitrificadora de Es Castell para realizar el último análisis del agua que valide definitivamente su descontaminación. Una prueba que puede alargarse hasta un mes debido al exhaustivo control al que se somete antes de dar la autorización administrativa que garantice el suministro.
El Ayuntamiento espera que a lo largo de esta semana se lleve a cabo el análisis para que, una vez se compruebe que es apta para consumo, la planta pueda entrar en servicio y abastecer a la población.
Parece claro que la instalación afronta la recta final para entrar en funcionamiento y que los vecinos de Es Castell puedan volver a disponer de agua corriente saludable.
Desde hace años el agua de la red del municipio presenta unos niveles de nitratos superiores a los admitidos, lo que hizo necesaria la construcción de la planta potabilizadora. Se construyó junto al depósito municipal de aguas en el camino de Trepucó y cuenta con un sistema de potabilización y electrodiálisis reversible de dos líneas y de dos etapas.
La obra se financió gracias a fondos europeos correspondientes al programa Leader, que gestiona el Consell, y tuvo un coste de 550.550 euros. Ahora será cedida al Ayuntamiento.