Los primeros indicios apuntan a que el pirómano podría residir en la urbanización de Cala en Blanes. La investigación que dirige la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local, ubica al sospechoso en esa zona, donde la madrugada del jueves se produjeron los dos últimos de los siete incendios declarados en Ciutadella.
Inmediatamente después la Policía dispuso controles nocturnos en los accesos a la urbanización y no detectaron ningún sospechoso que saliera de ella. Este hecho, junto a la posibilidad de que el autor sea el mismo que la noche anterior, el miércoles, quemara tres contenedores en Cala en Blanes ayudan a estrechar cada vez más el cerco.
Para la madrugada de este sábado se ha diseñado un dispositivo especial, con otro vehículo policial y más agentes, algunos de ellos de paisano para pasar desapercibidos. Y es que tal y como aseguran fuentes policiales, «es complicado cazarle, o lo haces in fraganti o gracias a la información ciudadana, que hasta el momento no hemos recibido». No está previsto realizar controles en carretera para no fijar los agentes a una posición concreta y descuidar la vigilancia de otros posibles puntos de ataque.
Mientras tanto la investigación sigue abierta, a la espera de obtener información relevante también de las cámaras de seguridad de algunos establecimientos que podrían ayudar a identificar al pirómano.
Aunque no descartan que haya algun cómplice y hasta diversos autores, parece claro que se hace uso de un medio de transporte para moverse.