Un sí rotundo a la mejora estética que supondrá la actuación. Un no claro a la eliminación de las plazas de aparcamiento. Los temas que afectan al tráfico rodado y a la circulación siempre generan posiciones encontradas. Y la segunda fase de las obras de reforma de Es Cós de Sant Lluís no es una excepción. Comerciantes y vecinos aplauden una actuación «necesaria» e «imprescindible» para lograr una imagen atractiva para la arteria principal del núcleo, tal como apunta la presidenta de la Asociación de Comerciantes, Marga Sintes.
No obstante, no agrada la supresión de las plazas de aparcamiento. Los comerciantes temen que la eliminación de unas 14 plazas en el primer tramo de Es Cós pueda ahuyentar a los visitantes puesto que el uso del coche es una necesidad y «si la gente no puede aparcar cerca de las tiendas se va a una gran superficie, quien tenga que venir a pie no va a venir». Así opina una vecina de la zona en obras. Añade que «para los residentes es más molesto no tener aparcamiento cerca, no estamos acostumbrados», indica, aunque «es cierto que es un municipio que no tiene muchos problemas de plazas», además indica que los vecinos se mueven a pie una vez han aparcado.
Una dependienta cree que «somos comodones» y la gente «se queja cuando pierde unas facilidades ya adquiridas». Pero es consciente de que las ciudades avanzan hacia esta pacificación. Es difícil luchar contra ello. La comerciante Cati Pons también cree que «costará acostumbrarse a no disponer de aparcamiento» en la puerta.
Diez días después de que la maquinaria entrara en Es Cós para iniciar las obras, algunos comercios aseguran que ya «se ha notado una pérdida de volumen de trabajo». No obstante, es una época que ya de por sí es mala y consideran que «las obras conllevan este esfuerzo». Es el mejor momento para ejecutar el proyecto -creen- porque no afectará a la campaña de verano.
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