Més ultima una reestructuración interna de la Conselleria de Participación, Transparencia y Cultura que no supondrá el cese ni de la consellera Esperança Camps Barber (Ciutadella, 1964) ni de ninguno de sus directores generales.
La variación, que viene sopesando estos últimos meses, podría implicar una reasignación de funciones entre la jefa de gabinete, Àngels Álvarez, los asesores y los responsables de Comunicación con el objeto de reforzar las direcciones generales de Política Lingüística y Transparencia, así como la Secretaría General técnica, los departamentos más faltos de personal y que han tenido que «partir de cero» al tratarse de áreas estratégicas de nueva creación o recuperadas tras ser fulminadas por el anterior Govern del PP.
A la vez, Més per Menorca sigue reclamando a sus socios (PSOE y Podemos) que doten de más personal esta Conselleria, la única que tiene a su cargo y la que más expectativas había suscitado, aunque la demora en la puesta en marcha de algunos de sus proyectos haya llevado a cuestionar, interna y externamente, la eficacia exhibida por Esperança Camps al frente del equipo gestor.
La falta de recursos y las elevadas exigencias han hecho airear ciertos desencuentros «en la manera de funcionar» en el seno de la conselleria, donde conviven cargos propuestos por Més per Menorca y Més per Mallorca, lo que ha disparado la rumorología externa.
El marcaje de Podemos, que ambicionaba esta misma conselleria en caso de haber entrado en el Govern, ha hecho el resto. Eso ha obligado a los portavoces menorquines de Més a salir en defensa de la consellera y desmentir públicamente que se haya planteado su destitución, por lo que no se prevé ningún cambio inminente en este sentido, tampoco tras la aprobación el viernes del proyecto de ley de la nueva Oficina Anticorrupción.
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