El matadero de Ciutadella, que -según el Ayuntamiento- concentra el 85 por ciento de los sacrificios y de la carne procesada en Menorca, precisa alrededor de un millón de euros para poner a punto sus instalaciones, pero no tiene quien le ponga el dinero.
Estos últimos años se ha servido de ayudas puntuales y de las subvenciones anuales del Fogaiba (Fons de Garantia Agrària i Pesquera) para ir renovando su maquinaria, pero -apunta el encargado, Sergi Valero- «alguna aún sigue siendo obsoleta y, sobre todo, el edificio que la aloja sufre serios problemas estructurales».
Ponerlo a punto, entiende el Ayuntamiento, no le compete en exclusiva puesto que, en buena medida, está prestando un servicio, ya de por sí deficitario, al resto de la Isla. Por su proximidad geográfica a la mayoría de productores, ha logrado aumentar en un 41 por ciento su actividad en los últimos siete años hasta el punto de copar ocho de cada diez sacrificios que se realizan en Menorca.