Con todos los honores ha dejado Matthias Roters el cargo de cónsul honorario de Alemania en Menorca. Ha sido, además, en el día que cumplía 75 años, dejando atrás 34 años de labor no solo diplomática, sino también de implicación con la sociedad menorquina y su desarrollo. Un importante legado que deja ahora en manos de su sucesor en el cargo, Klaus Alexander Griebl, quien ayer mismo recibió el mandato del gobierno germano.
Hablar de Matthias Roters es hacerlo de un hombre que ha dedicado gran parte de su vida a los demás. Así lo recordaron la cónsul alemana en Palma, Sabine Lammers, y el cónsul general en Barcelona, Rainer Eberle, ayer, durante el acto celebrado en el Ayuntamiento de Maó. «Tenemos que agradecer al señor Roters su dedicación e incansable compromiso», destacó la primera, mientras que el diplomático en Catalunya se refirió a que «ha ayudado a todos aquellos ciudadanos alemanes que han necesitado ayuda, apoyando a la embajada en Madrid y a los consulados de Barcelona y Palma de Mallorca, representando a Alemania durante todos estos años». Y no solo eso. Eberle aseguró que «Matthias ha cumplido su cargo de manera impecable, logró la excelencia por su ilusión, su compromiso, su esmero, lealtad, personalidad y actitud modélica».
Implicación
Pero la labor de Roters no se limitó a las cuestiones diplomáticas. Y es que como bien recordó la alcaldesa de Maó, Conxa Juanola, «fue el primer alemán al que escuché hablar menorquín, en lo que es un gran ejemplo de integración», y agradeció de todos estos años como cónsul honorario su «muy amplia colaboración con los ciudadanos, las instituciones y las entidades» locales, así como su activismo en cuestiones culturales y medioambientales.
Roters, que llegó a emocionarse en algún momento por los halagos recibidos, recordó que su nombramiento se firmó el 20 de noviembre de 1981, para contribuir en cuestiones «económicas, de cooperación, culturales y de la administración de justicia, además de apoyar a todas aquellas personas que lo necesitaran. Creo que he cumplido el mandato recibido», señaló.
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Ha sido una suerte y gran lujo que su vida profesional, tanto diplomática como empresarial se desarrollará en Menorca. Gracias por su dedicación y buen hacer no hay precio que pague estos servicios.