La cooperativa Som Energia quiere pasar a la acción. Además de seguir ampliando su masa social se ha marcado el objetivo de empezar a perfilar un proyecto de energía renovable en Menorca. Para ello, es consciente que deberá superar las barreras de la legislación actual, el conocido impuesto al sol, y también la elevada protección ambiental de la Isla, «a veces mal interpretada dando a entender que no se puede hacer nada», explicó el hasta ahora coordinador del grupo local, Rafael Muñoz.
Un proyecto que puede ser tanto de energía eólica como fotovoltaica, siempre y cuando no afecte a tierras de cultivo.
Cambios
Desde este sábado, sin embargo, Muñoz ya no es corrdionador. Dejó su cargo tras cinco años y ha sido relevado por Francesc Flo y Anton Soler, que ejercerán a partir de ahora como caras visibles del proyecto ecologista. También hay un nuevo tesorero, Gonçal Seguí, mientras que el secretario, Albert Hurtado, es el único que se mantiene. Así se aprobó en la asamblea de hace dos días.
A la hora de hacer balance, Muñoz asegura que en el último lustro el proyecto se ha consolidado a todo el país, con la creación de más de 6.000 nuevos socios cada año. Actualmente la cooperativa cuenta con 6.500 y espera cerrar el año por encima de los 27.000 afiliados. Una dinámica, afirma, que ha sido paralela en Menorca, donde se ha pasado de 9 socios en el primer año a los 183 actuales, con 260 contratos eléctricos. Maó es el principal feudo de Som Energia, con 68 afiliados, seguido de Ciutadella con 53. En cuanto al futuro de la cooperativa Muñoz asegura que se mantiene la misma línea de trabajo, puesto que los socios son los responsables. «En cuanto a mi futuro, soy un activista de las renovables por lo que no me desvincularé jamás».