El plan fue presentado la tarde de este jueves en Ca n'Oliver ante unas setenta personas y con la presencia en la mesa de los alcaldes de Maó y Es Castell, la presidenta del Consell, Maite Salord; el presidente de Autoridad Portuaria de Balears, Joan Gual de Torrella; y el presidente de Puertos del Estados, Josep Llorca.
Un primer objetivo del plan es el nuevo puerto de Ciutadella, cuya construcción tuvo un efecto incuestionable sobre Maó. El documento, según explicó el responsable de Nearco Oriol Balaguer, propone establecer una gestión coordinada, complementaria, «desde la igualdad de condiciones» de carácter económico, técnico y de seguridad. En este aspecto debe jugar un papel fundamental el Govern. Balaguer también recomendó tener muy en cuenta la coordinación con el Aeropuerto.
En cuanto a los cruceros, la coordinación debería establecerse con puertos de otros territorios del Mediterráneo, como podría ser el caso de Córcega o Cerdeña. El objetivo, explicó Balaguer, es definir rutas, circuitos, un producto que resulte atractivo en un mercado de cruceros sobre el que se desliza una apuesta por los barcos pequeños y medios, con pasajeros de más poder adquisitivo «que gastan más que el helado y el imán», como dijo Gual de Torrella. El teniente de Alcaldía Vicenç Tur ya está manos a la obra en Cerdeña, por lo que no asistió a la presentación.
El resto de medidas presentan distintos grados de concreción (desde la creación de un segundo punto de suministro de combustible a un plan propio para la actividad náutica, eso sí, en el plazo de medio año), con un significativo número de llamadas al estudio, la negociación y el análisis, porque, como indicó Oriol Balaguer, es «un punto de partida» con acciones que se pueden empezar a aplicar de inmediato pero todavía abierto a la participación (las aportaciones se pueden enviar al correo electrónico portdemaó@portsdebalears.com). Esto a pesar de que el estudio se ha basado en las entrevistas con unas ochenta personas, a lo largo de más de medio año de trabajo.
Una gran presencia en el documento tiene la revaloración del puerto, a través de la mejora y divulgación de sus valores naturales y sobre todo culturales. Una tarea que se debe realizar tanto de puertas hacia afuera, desde un punto de vista promocional y turístico, como de puertas hacia dentro, porque según Balaguer «el puerto de Maó necesita credibilidad y autoestima».