Los turistas aprueban por los pelos a Menorca. Le dan un 5,3, igual que en 2015, según se desprende de la última encuesta de Gadeso sobre la opinión de los turistas en cada una de las islas. En consecuencia, la Isla pierde el liderazgo balear en favor de Formentera, que les supera con un 5,4 de valoración. La otra isla menor, Eivissa, se queda en un 4,3, una décima menos que en 2015.
Los visitantes de Menorca valoran por encima de todo el entorno medioambiental, que consideran «adecuado» con un 6,7. En este aspecto, puntúan con un 7,5 las aguas marinas y otorgan un 7,2 a la contaminación atmosférica y al espacio urbano y paisajístico. Aún así, aprueban raspado la limpieza de las calles.
También valoran todo aquello relacionado con el alojamiento, aunque lo califican de «mejorable». En global este ámbito obtiene un 5,4. El aspecto mejor puntuado es la comodidad y la relación calidad-precio mientras que entienden que es «muy mejorable» la restauración y las instalaciones.
No obstante, los turistas suspenden las otras dos grandes áreas estudiadas. Las peores calificaciones son por la oferta complementaria, sobre todo, la oferta lúdica y la comercial, que consideran «deficiente». Tampoco aprueba la oferta gastronómica, los servicios de playa o los equipamientos deportivos. La otra área que no consigue el aprobado son los servicios públicos, que puntúan con un 4,9. Entienden que el transporte es «deficiente». Una categoría que pierde dos décimas respecto al año anterior hasta el 3,5, básicamente por la poca presencia de aerolíneas de bajo coste.
Ven el acceso a la información «muy mejorable» (4,7). Sin embargo consideran adecuada la seguridad, que crece dos décimas respecto al año 2015 (6,1).