El propietario y chef del restaurante que lleva su mismo nombre, Santi Taura, y del proyecto DINS -donde solo usa productos de proximidad-, destacó ayer la herencia culinaria recibida en Balears que, afirmó, «hay que poner en valor, tenemos los fundamentos».
Para este restaurador de éxito en Mallorca «la cocina es una herramienta cultural con mucho poder» que además ayuda a atraer tanto a turistas como a clientes del propio territorio. Taura consideró fundamental la estabilidad en el empleo y no «los cocineros que van saltando de un sitio a otro, eso para el cliente es muy importante» porque encontrará de nuevo esos platos que le han gustado, y el diálogo entre el empresario y el cocinero.
En este sentido el empresario mallorquín aseguró que «Menorca empieza a tejer una red gastronómica» con una oferta de calidad. Taura considera que la restauración actual no necesita solo cocineros y camareros sino «anfitriones, para que el cliente se sienta como en casa, y vendedores, que le expliquen lo que se ofrece». «Hay que transmitir cariño a lo que se está haciendo», añadió el chef de Lloseta, «hay que devolver a la isla lo que la isla nos está ofreciendo cada día».