La gamba roja ha reaparecido en Maó después de dos años y medio. Los pescadores de levante capturan esta temporada una media de entre 40 y 60 kilos al día por barco, una cifra que les permite constatar que se ha recuperado la «normalidad». Lejos quedan los 10 kilos que han pescado durante los últimos 30 meses, aunque siguen sin alcanzar los 90 kilos que se solían sacar hace tan solo algunos años.
«Tampoco es que sea una campaña excepcional», reconoce el secretario de la Cofradía de Pescadores de Maó, Biel Morro, «pero después de dos años y medio sin tocar gamba al menos este año estamos cogiendo», explica con cierta alegría.
La Cofradía cuenta con tres embarcaciones de arrastre que se dedican a la pesca del cotizado crustáceo. «Ahora sí sale a cuenta salir a pescar gamba», además tiene una muy buena acogida entre el público y durante el verano es cuando más demanda hay de este preciado producto.
Resulta que la gamba roja desaparece cíclicamente. Se debe a «criterios biológicos que la protegen de la sobreexplotación», asegura Morro haciendo referencia a algunos estudios publicados al respecto, entre ellos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este es uno de los motivos por los que las capturas habían disminuido alarmantemente los últimos tiempos.
La crisis de la gamba obligó a los profesionales a buscar alternativas para conseguir ingresos. Se centraron en la pesca de la cigala, lo que provocó cierto «castigo y saturación» de la especie. La reaparición de la gamba también contribuirá, por tanto, a la repoblación de la cigala.
Langosta
La temporada de la langosta finaliza de aquí una semana, coincidiendo con el final de mes. Las capturas se mantienen a buen ritmo, lo que permite hacer frente a la gran demanda que tiene en temporada alta.
En Ciutadella, este año, han cogida 6.650 kilos de langosta roja. Durante todo el 2015 capturaron un total de 7.687 kilos, según los datos de la Cofradía.