La falta de menciones concretas por parte de la presidenta del Govern, Francina Armengol, sobre el futuro que se plantea para el abandonado hospital Verge del Toro de Maó en el discurso inicial del debate de política general fue ayer el centro de todas las dianas. Estuvo presente en las intervenciones de distintas formaciones políticas.
Armengol reiteró en varios de los turnos de réplica que el edificio se encuentra en un «estado ruinoso» y genera «complicaciones», una situación que «bien conoce el Consell», de ahí que «buscaremos soluciones sociosanitarias para Menorca». Aseveró que la realidad del 'Verge del Toro' no es la misma que la de 'Son Dureta' y 'Can Misses' que, en su caso tendrán partida en 2017. «No podemos avanzar con la misma rapidez», indicó y agregó que «la Dirección General de Arquitectura está trabajando para conocer el estado de la edificación y poder calcular las inversiones y posibilidades para revertir su estado».
A las críticas de falta de compromiso con Menorca, Armengol lo rebatió al indicar que «el Govern ha tratado por igual a los ciudadanos de las cuatro islas y ha invertido igual en cada una de ellas». No dudó en levantar el hacha cuando aseveró que ahora protestan de falta de compromisos cuando antes «la inversión en Menorca era cero o paupérrima».
Además de las referencias al edificio en abandono, Armengol anunció que la residencia de Son Espases para familiares de enfermos de otras islas será una realidad en breve. «Espero que esté lista a finales de año y a disposición de los ciudadanos».
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