Una vez la temporada alta ha entrado en su tramo final, se han iniciado una obras muy necesarias y reclamadas por el Ayuntamiento, vecinos y también bañistas habituales. La actuación principal se centra en la mejora del pavimento, que en algunos casos conllevaba cierto peligro.
Los operarios de Tragsa, empresa encargada de las obras, trabajan estos días en Cala en Brut. Han vallado las zonas donde está previsto actuar aunque el acceso sigue estando abierto. Es la cala en la que el Ministerio de Agriculura, Alimentación y Medio Ambiente invertirá más dinero, hasta 61.367, 86 euros. Además del pavimento, se repararán las escaleras, las barandillas de acebuche y se llevarán a cabo otras obras menores de conservación.
La primera actuación se realizó en Cala Degollador hace algunos días y también se ha actuado en Cala en Blanes. A lo largo de la próximas semanas, se iniciarán las reformas en el resto de zonas: Cala en Forcat, Es Clot de sa Cera y en la urbanización de Cala Morell.
Precisamente, el avanzado estado de deterioro de los conocidos replans de Cala Morell había levantado las quejas de vecinos y asiduos, quienes advertían hace años del riesgo que suponía para los bañistas. De hecho, los propios vecinos hasta habían redactado un proyecto en el que detallaban las actuaciones más urgentes que debían llevarse a cabo.
Ante el mal estado en el que se encontraban estas plataformas de baño, y a raíz de un enmienda a los presupuestos de la senadora Pons Vila, el Ministerio redactó el proyecto que ahora está en ejecución.
El deterioro de los replans se debe sobre todo a su antigüedad, además del desgaste por la acción del mar y el uso frecuente durante el verano.