Las previsiones ya apuntaban alto. Pero los datos reales han superado todas las expectativas. La ocupación hotelera registrada en septiembre alcanzó el 89,2 por ciento, es decir, cinco puntos por encima de las cifras logradas en el mismo mes del ejercicio pasado. La planta de alojamiento vinculada a la Asociación Hotelera de Menorca se ha hecho, en el séptimo mes del año, con los mejores registros de la última década.
Si observamos el comportamiento según la tipología de alojamientos, los hoteles y hoteles-apartamento de cuatro y cinco estrellas se llevan los mejores datos al alcanzar el 93,3 por ciento de ocupación. Estuvieron prácticamente llenos. Y de cerca les siguieron los hoteles rurales y alojamientos de interior con ocupaciones del 91,6 por ciento. Las viviendas vacacionales bajaron al 86,9 por ciento mientras que los apartamentos y hoteles de una y dos llaves cosecharon porcentajes del 83,2 y 78,9 por ciento, respectivamente.
La patronal hotelera apunta que el 51 por ciento de los complejos asociados ha calificado este 2016 de «muy bueno» y otro 48 por ciento de «bueno». Además, ocho de cada diez alojamientos tienen claro que la temporada ha sido mejor que la del ejercicio pasado.
Tras conocer los datos oficiales del mes de septiembre, desde Ashome confirman que esta temporada ha sido «buena» y agregan que octubre será el termómetro que permita hablar de «muy buenos» registros. Falta esperar a su comportamiento. No obstante, ya avanzan que aunque algunos alojamientos empiezan a bajar la persiana ahora, los hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas alargarán la temporada, algunos hasta hasta el 12 de octubre, pero hay quienes ya han anunciado que permanecerán abiertos hasta el día 20.
Este septiembre Menorca ha recibido mayor variedad de nacionalidades, las estancias han sido algo más largas y se ha recuperado el mercado nacional. Han apostado por Menorca nuevos turoperadores con los que se ha recuperado el mercado italiano y ha aumentado la presencia de alemanes y franceses. Los alojamientos critican, no obstante, los problemas de la compañía Vueling, la falta de alojamiento para el personal de los complejos y el mal estado de la carretera general.