Los bancos son propietarios de 268 viviendas de la Isla ocho años después de que explotara la burbuja inmobiliaria. Gran parte de las propiedades se encuentran en los núcleos tradicionales de Maó y especialmente en Ciutadella, los municipios más afectados por las ejecuciones hipotecarias según datos de julio y agosto recogidos por el Obsam en el «Diagnosi inicial de l'Exclusió Residencial».
La entidad que acumula más viviendas en venta, con el 28% de estos inmuebles es Altamira, del Banco Santander, que comercializa gran parte de las que se transfirieron a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Dicha entidad dispone de 135 viviendas en Menorca. Se reparte el pastel con Anida, del BBVA, con el 22% de este tipo de inmuebles, y Servihabitat, de CaixaBank, propietaria del 20%. El resto lo comercializan Haya, de Bankia, Aliseda, de Banco Popular, y Solvia, de Banco Sabadell.
En lo que se refiere al reparto por municipios, Ciutadella concentra casi la mitad de estos inmuebles, 122 para ser exactos, con 77 bloques de pisos vacíos. La mayoría se localizan en la calle del Camí de Maó y alrededor de la plaza Menorca. En el caso de Maó, la mayoría de las 67 viviendas vacías se encuentran en Tanques del Carme, Andrea Doria y Camí de ses Vinyes. Las cifras disminuyen considerablemente en el resto de municipios: 19 en Es Castell y en Es Mercadal, 18 en Alaior, 13 en Ferreries y 10 en Sant Lluís.
La gran mayoría se encuentran en los núcleos de las poblaciones, aunque una parte se sitúa en las áreas turísticas de Ciutadella, Es Mercadal, Alaior y Sant Lluís.