La comisión de garantías democráticas de Balears ha rechazado los recursos presentados por Xelo Huertas y Montserrat Seijas y comunicó este lunes la resolución del expediente sancionador abierto contra ellas con la expulsión del partido. Eso significa que siguen «en suspensión cautelar de militancia y siguen sin representar o hablar en nombre de Podemos», indica el comunicado difundido por la formación morada.
Las dos afectadas disponen de siete días para alegar ante la comisión estatal de garantías, última oportunidad en el seno del partido para evitar la expulsión definitiva. Ambas, pesimistas, sin embargo, ante un cambio de tendencia de un expediente que parece haberlas condenado desde que Echenique lo anunció por televisión antes de informar a las interesadas, ya han anunciado que prorrogarán la batalla en los tribunales.
Código ético
En justificación de la resolución adoptada, la primera que expulsa a dos cargos públicos del partido, Podemos asegura en su comunicado que desde «que nacimos se ha impuesto el código ético más estricto de todos los partidos y tenemos tolerancia c ero ante cualquier actitud que no defienda exclusivamente el interés general». Huertas y Seijas están acusadas de amenazar con votar en contra de los presupuestos autonómicos de 2017 si no contemplaban finaciación para el laboratorio científico que dirige Daniel Bachiller. Además, Jarabo habría dado el visto bueno a las cuentas autonómicas sin contar con el aval del partido.
La prueba de la acusación es la captura de un chat interno del Consejo ciudadano autonómico, una conversación que Seijas contextualiza en la espontaneidad y que no tiene valor de decisión.
El expediente a la presidenta del Parlament y a la diputada menorquina ha provocado una corriente crítica interna con, entre otras, la dimisión entre duras acusaciones de Brígida Mora, candidata el año pasado al Senado por Menorca. El secretario general de Podemos Balears, Alberto Jarabo, se muestra convencido de que no hay un movimiento crítico contra su gestión, mientras que Seijas sostiene que en la dirección estatal del partido conocen el descontento existente.
La diputada menorquina no piensa abandonar el escaño y si finalmente es expulsada por la comisión estatal de conflictos pasaría al grupo mixto. En el caso de Huertas, las consecuencias tendrían un carácter más institucional porque al no pertenecer a un grupo parlamentario debería dejar la presidencia de la Cámara, según establece el reglamento.
Los disitintos grupos parlamentarios dieron este lunes un empujoncito en esta dirección. Miquel Vidal, del PP, dijo que «los líos de Podemos no se trasladen a las instituciones» y el socialista Vicenç Thomas, vicepresidente y uno de los aspirantes a ocupar la plaza, manifestó estar a la espera de que Podemos comunique oficialmente que Huertas ha dejado de pertenecer al grupo para poner en marcha el proceso y que la situación «se resuelva lo antes posible».