Sant Lluís incluye en los presupuestos municipales de 2017 una partida de 556.000 euros para hacer frente a la indemnización de Orfila SL, cuyo montante total sobrepasa los seis millones. Será la primera anualidad de las 15 en las que se ha desglosado el pago de esta obligación, ratificada hace unas semanas después de un periplo judicial de más de tres lustros y al que el ayuntamiento ha decidido poner fin.
Ese medio millón de euros «consume el margen de disponibilidad de fondos propios», explica el concejal de presupuestos, Joan Miquel Pons, ya que se detrae de los recursos que se habrían dedicado a inversiones, capítulo que el equipo de gobierno quiere alimentar con el dinero que obtenga de la venta de tres parcelas en Biniancollet y otras tres del polígono industrial. La enajenación de este patrimonio figuraba también en los presupuestos de este año y no se ha ejecutado. Si no hubiera venta de terreno municipal, la inversión quedaría reducida a poco más que los cuatro proyectos elegidos en los presupuestos participativos, que en conjunto suman en torno a 150.000 euros.
Otras prioridades de inversión señaladas en la memoria de alcaldía, subordinadas a contar con recursos suficientes, hacen referencia a mejora de la eficiencia del alumbrado público, proyectos en urbanizaciones y mejoras en movilidad y aceras tanto en la localidad como en los núcleos costeros.