De origen argentino, Raúl Paoli recaló y se integró en Menorca, donde desarrolló su espíritu inquieto y emprendedor. Empresario del sector comercio, abrió y regentó un establecimiento en la calle Ses Moreres de Maó. Excelente conversador, gracias a su carácter servicial, abierto y amable forjó una extensa red de amistades que hoy lloran su inesperado fallecimiento en Palma, tras sufrir un infarto cerebral.
Colaboró con entusiasmo con la Fundación Hospital de la Isla del Rey en las tareas de rehabilitación y recuperación del histórico enclave del puerto de Maó como integrante de la asociación de voluntarios. Era el responsable del mantenimiento de la 'Sala del Ayuntamiento' (Town Hall Room), donde se celebran los actos institucionales de la fundación.