Los dos socios de Nerer ratificaron ayer ante la juez Loreto Arroyo, que investiga el perjuicio ocasionado al Ayuntamiento de Ciutadella de 2,3 millones de euros por las dos permutas aprobadas por el gobierno de Brondo en 2006, las declaraciones que en su día hicieron ante la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción.
En ellas se acusaba al exconcejal de Urbanismo, Avel·lí Casasnovas de liderar toda la operación (tanto de la permuta entre el Ayuntamiento y Nerer, como la posterior venta del solar a Gel-Fux) e incluso afirman que fue Casasnovas quien fijó los precios,
Ayer lo ratificaron ante la juez en sendas declaraciones a través de videoconferencia y dieron más detalles. El primero en declarar fue Carlos José Vives de Arpe, que lo hizo desde Barcelona.En su caso ratificó sus declaraciones anteriores y alegó motivos de salud para acogerse a su derecho a no declarar.
Más preciso fue el otro socio, José María Vilanova que explicó desde Zaragoza que Nerer adquirió el edificio de Can Saura Morell por cerca de dos millones en 2004, con el objetivo de hacer un hotel. Pero todo fueron problemas. El Ayuntamiento les puso trabas para conceder licencias, ya que según Vilanova, elConsistorio quería hacerse con el edificio.Ante ello, decidieron permutar el inmueble por el solar de la 'joya de la corona', valorado en tres millones de euros, es decir un millón de euros más, de allí el perjuicio alAyuntamiento.