Entidades culturales, sociales y deportivas de Ferreries publican una carta en la que, sin citarla, piden a Tuni Allés que reconsidere su decisión de no vender al ayuntamiento el local S'Auba, determinación que anunció a raíz de la polémica suscitada por su afinidad política con el equipo de gobierno municipal y las críticas del PP por ese y otros motivos. Alegan que son entidades integradas por personas de diferentes ideologías y que han podido disfrutar «de este espacio excepcional» sin coste ni problema por parte de la propiedad.
Las entidades firmantes son Associació Bonsais Tramuntana, Amics del Betlem, el Ateneu musical, la Agenda Local 21, el Fotoclub F Llum, La Menorca nua, ingènua i subtil, la comisión Exposició Festes de Sant Bartomeu y el Club Esportiu Ferreries. Argumentan además que por su ubicación es un excelente mostrador «para exponer ante el pueblo nuestras actividades» y que de ese modo se compensa la pérdida de difusión de esas actividades que ha conllevado la desaparición de la «Revista de Ferreries».
Por otra parte, agradecen el gesto generoso de la propiedad de no haber cobrado no solo alquiler sino los gastos de suministro generados en esas actividades.
La petición también va dirigida a los grupos municipales, a los que plantea la posibilidad de continuar con las negociaciones que había emprendido el alcalde con el objetivo de alquilar inicialmente el local y estudiar la opción de compra a medio plazo. Las razones de Josep Carreres coinciden con las que exponen las entidades, que comenzaron a usar este espacio ya en el pasado mandato bajo gobierno del PP, una vez concluyó el contrato de alquiler de la galería de arte Xibau.
Controversia
El intento de dar conveniente forma al uso que, por mediación municipal, estaba teniendo la sala fue duramente criticado por el grupo popular, por entender que se trataba de una operación onerosa para las arcas municipales y que había otras soluciones más baratas con una reordenación de los usos que se está dando a otras propiedades municipales. Otra de las razones de la oposición era la coincidencia política de los propietarios, Tuni Allés y Ramon Orfila, con la Entesa de Ferreries.