La Dirección General de Puertos ha sacado a licitación por 204.500 euros la redacción del proyecto constructivo de la reforma integral del puerto de
Fornells. Los trabajos se ejecutarán durante los dos próximos años y supondrán entre seis y siete millones de inversión pública, según la valoración realizada el año pasado por el conseller balear del Territorio, Marc Pons.
Más de cuatro millones se dedicarán a infraestructura portuaria, que contempla el refuerzo del muelle y del espigón, y el resto, aproximadamente un millón y medio, se destinará al diseño de la nueva fisonomía de primera línea en el espacio que hasta el año pasado ofrecía el restaurante. La actuación en Es Pla será la menor de las tres partes en las que se divide la reforma integral pero la más visible y determinante en imagen.
Según el pliego de prescripciones técnicas, se restringirá el acceso de vehículos al interior del puerto y disminuye el número de aparcamientos, lo que de hecho implica su eliminación y, dada la configuración del casco urbano, la peatonalización del entorno estrictamente portuario. Se limitará el acceso rodado y aparcamiento a usos profesionales relacionados con el varadero y la actividad náutica y pesquera.
Las bases mantienen también el diseño de un edificio de servicios para los usuarios junto al varedero que, incluirá, «a modo indicativo», almacén, cantina con terraza y aseos públicos. «Dicha construcción se encajará de tal forma que impida el crecimiento futuro», según se especifica. Después del incendio del restaurante, los vecinos se mostraron contrarios a que la zona albergara de nuevo una instalación de este tipo, pero una cantina en régimen de concesión conservará la oferta de bar en primera línea y generará ingresos a Ports para el mantenimiento del entorno.
Por otra parte, el desalojo de vehículos del corazón portuario obliga a buscar alternativas en la zona más terrestre. El desarrollo de la zona For-2 contempla la habilitación de 350 plazas de aparcamiento y permitirá cubrir la demanda, según explicó el alcalde Francesc Ametller hace dos meses.
El rediseño de Es Pla ha levantado expectativas tanto funcionales como estéticas. Las prescripciones de Ports a los técnicos que opten a la redacción del proyecto imponen la habilitación de una zona de baño «en la esquina entre el muelle y el comienzo del paseo marítimo», además de disposición de gradas y tratamiento de la transición tierra-mar en la zona de baño. Exige asimismo la retirada de los módulos de baños públicos prefabricados al inicio del dique de abrigo en la calle de la Mar y el diseño de un edificio permanente «que albergue unos nuevos vestuarios, duchas y baños públicos».
Pantalán central
La intervención en la dársena ha descartado un pantalán flotante en su interior como se había previsto inicialmente. Además de dificultar la maniobrabilidad, alteraría la fisonomía y los usuarios consideran más apropiado trasladar esa propuesta al paseo marítimo, donde efectivamente se despliegan estas infraestructuras.