La cifra de negocio del pasado ejercicio en el puerto de Maó marca un cambio de tendencia, aunque tan leve que deberá esperarse a los resultados del año en curso para conocer si efectivamente remonta. El precedente de 2013, con mejores números que el año anterior, obliga a la prudencia en el análisis de una evolución portuaria que en la última década se arrastraba en progresiva caída.
La mejora de la cifra de negocio le permite recuperar también peso en el conjunto de los números de Autoridad Portuaria de Balears, aunque con mucha moderación, en consonancia con la debidilidad del crecimiento. Ha pasado del 5,4 por ciento de 2015 al 5,7 en 2016, a causa de que los números globales del organismo portuario han registrado un aumento moderado de medio millón de euros, de los que más de la tercera parte corresponden al puerto menorquín.
La apertura del dique de Son Blanc y la crisis económica se han sostenido hasta ahora como las causas de la recesión que ha sufrido el puerto de Maó y así lo asume Autoridad Portuaria, si bien los números relativos a la actividad y, por consiguiente, al negocio comenzaron a flojear antes.