Agustín Estela ahora ejerce de abogado, después de concluir más de 45 años como alto funcionario de la administración. Sin embargo, tras esa extensa experiencia en que ha convivido y sufrido la gran acumulación de normas, se manifestó este jueves en el Foro especialmente crítico. Fue amable en el recuerdo de los políticos con quienes compartió los buenos tiempos, especialmente con Francisco Tutzó en los orígenes del Consell.
Afirmó que las leyes son interpretables, en todas las instancias administrativas y judiciales. Por eso se explica que de un mismo caso se emitan sentencias judiciales distintas. Dijo que «las normas deberían dar respuesta siempre a las necesidades de los ciudadanos y muchas veces no es así». Y las leyes deberían durar más tiempo. «No es posible que en 2014 por fin en Balears se aprueba una Ley del Suelo y que en septiembre próximo se vaya a aprobar una nueva». Explicó su experiencia personal en un Ayuntamiento en que la misma propuesta de recuperar el servicio público de un suministro de agua siempre se votaba en contra por parte de la oposición, incluso cuando el gobierno local cambiaba de partido.
Estela apuntó como una norma inflexible que «nunca se puede gastar más de lo que se ingresa». Y despotricó del silencio administrativo negativo, cuando se deniega algo a un contribuyente sin tan solo responderle. Pidió que si un particular afectado por un caso así acude a la Justicia nunca se le impongan las costas. Incluso fue más allá: planteó que si una administración tarda 4 años en responder a un ciudadano éste tenga derecho a ser indemnizado, es decir que se aplique la responsabilidad patrimonial en las administraciones públicas. Y para terminar, reclamó más funcionarios de carrera, «sin faltar al respeto a los que han sido nombrados a dedo».