El departamento de Patrimonio Histórico del Consell Insular ordenó ayer la retirada de un colchón y diversos objetos de dos cuevas de la necrópolis prehistórica de Calascoves, signos evidentes de que las cavidades, que al inicio de siglo llegaron a albergar una numerosa colonia de personas, han vuelto a registrar un uso residencial este verano.
Operarios de la empresa Triatges Menorca se afanaban ante la sorprendida mirada de los bañistas en las labores de retirada en grandes bolsas llenas del rastro del paso de estos nuevos ocupantes, después de que los controles rutinarios que lleva a cabo la institución insular hayan detectado la presencia de habitantes en unas cuevas que forman parte de un conjunto considerado Bien de Interés Cultural (BIC) por su alto valor patrimonial.