Un avance de la encuesta de usos lingüísticos en Balears hecho público por el Govern determina que un 68 % de los habitantes de las Islas prefieren utilizar la denominación secular de mallorquín, menorquín, 'eivissenc' o 'formenterer' para referirse a la lengua autóctona del Archipiélago. Solo un 31,1 % opta por denominarla «catalán».
Menorca y la Part Forana de Mallorca son los lugares donde la preferencia es mayor para el uso de los nombres tradicionales.
Según la Fundació Jaume III, que defiende el uso de los dialectos insulares, los datos de la encuesta demuestran la resistencia pasiva del pueblo balear a usar la denominación del catalán después de 30 años de políticas normalizadoras que han tenido un elevado coste económico. Esto explicaría que los principales partidarios de preferir el nombre del catalán ante las denominaciones insulares sean los jóvenes y los universitarios, indica,
Considera la Fundació que la normalización lingüística no ha conseguido integrar a los nuevos habitantes de las Islas, ni tampoco detener la deserción lingüística entre los jóvenes que tienen como lengua familiar el catalán, «por lo que estamos muy lejos de que en Balears aceptemos unánimemente el nombre de «catalán».
Aquí, recuerda, la lengua es sinónimo de conflicto y discordia constante «aunque las autoridades lo consideren un tema superado». Lo atribuye la Fundació a que los políticos no escuchan la voluntad del pueblo «y se fían de filólogos, maestros y sociolingüistas que han usado la lengua para intereses políticos». Concluye que son estos los soldados, capitanes y generales del catalanismo que son quienes forman su verdadero ejército,