La Conselleria de Educación y la empresa concesionaria del servicio de transporte escolar adaptado, Ambusam, han solventado los problemas del servicio, tras las numerosas quejas recibidas por parte de las familias afectadas de la zona de Maó.
A partir de este lunes se incorporan a los vehículos adaptados los acompañantes contratados por la Conselleria y se ponen en marcha las nuevas paradas, en ubicaciones más próximas a los domicilios de los usuarios del servicio, después de que con las paradas previstas inicialmente algunas familias decidieran llevar los niños a los centros educativos con sus propios vehículos e incluso algunos, ante tales impedimentos, no pudieran asistir a clase.