Endesa defendió ayer que el sistema que promueve para reducir el nivel de emisiones de la central eléctrica de Maó sería «imprescindible tanto si sigue consumiendo los combustibles actuales, como si en un futuro pasa a utilizar gas». La empresa salió así al paso de las declaraciones del director general de Energía, Joan Goizard, que ha advertido de la intención del Govern de no autorizar ninguna alternativa que suponga seguir usando fueloil y denunciado asimismo que la propuesta de la eléctrica supone pasar el problema de contaminación del aire al mar.
La compañía negó la mayor. «El agua que se utiliza no entra en contacto con ninguna sustancia y no se vierte al mar», explicaron fuentes de la empresa, que insistieron en que, de todas formas, esa solución para reducir emisiones sería igualmente necesaria en el caso de realizar la transición al gas, como reclama el Govern. En ese sentido, ponen de ejemplo la central de Eivissa, que funciona con gas natural y donde este sistema ya está instalado, permitiendo –explicaron– que «las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) se reduzcan en un 75 por ciento».
El sistema consiste en la canalización de agua desde la depuradora de Sant Climent para reducir las emisiones por la vía del enfriamiento del proceso de generación, «sin que esta sea devuelta a la depuradora con contaminante alguno».
De hecho, la empresa va más allá y asegura que el agua que llega a las centrales es tratada previamente con aparatos de ósmosis por lo que se devuelve a las depuradoras en mejores condiciones: «No permitir este sistema sería impedir la reducción de emisiones», lamentaron.
Política energética
La empresa, que defendió que la medida que propone es «puramente de mejora medioambiental», se pronunció sobre la escisión entre el Gobierno y el Govern sobre la conveniencia de forzar la transición de la central al gas antes del año 2020. En ese sentido, aseguran que la decisión de pasar a usar gas es un tema de «política energética» y que «la empresa acatará lo que se decida en un sentido u otro».
En cualquier caso sí que defendieron que esa decisión se debe tomar teniendo en cuenta «los objetivos ambientales, la seguridad de suministro y el coste para los consumidores».
Unanimidad en el Parlament
La comisión de Medio Ambiente del Parlament aprobó ayer por unanimidad instar al Gobierno a que proceda a cambiar el combustible utilizado en la central térmica de Maó por gas antes de 2020.
La propuesta inicial presentada por Margaret Mercadal del Grupo Popular era instar al Gobierno a cambiar de ubicación la central eléctrica, sin embargo, finalmente los populares aceptaron las enmiendas presentadas por Damià Borràs del Grupo Socialista, renunciando a la petición de cambio de ubicación y optando por la transición al gas natural.
Més per Menorca reaccionó ayer a la negativa del Ministerio de Energía acusando al Gobierno de haber mostrado «una vez más» la «poca sensibilidad con las necesidades de Balears».
La formación lamentó que el Ejecutivo de Rajoy sea «tan poco respetuoso» con el compromiso adquirido con las renovables.