La compraventa de objetos de segunda mano entre particulares está gravada con el impuesto de transmisiones patrimoniales con un tipo del cuatro por ciento, cuya recaudación corresponde a la Comunidad Autónoma. Estas operaciones son difíciles de verificar y, por tanto, de reclamar cuando la operación se realiza sin intermediarios.
Sin embargo, cuando se utiliza alguna de las plataformas digitales especializadas en este tipo de operaciones tales como eBay, Vibbo, Amazon, Milanuncios o Wallapop, la comercialización de bienes personales deja un rastro que la Agencia Tributaria balear está dispuesta a seguir, informó ayer MariaAntònia Truyol, directora de este organismo.
La Dirección General de Tributos del Ministerio de Hacienda obliga a que las ventas a través de las citadas plataformas que generen beneficios se declaren en el IRPF como ganancia patrimonial y suele enfocarse a cuadros o piezas de coleccionismo.
Las comunidades autónomas, por su parte, han creado un grupo de trabajo para cooperar en esas operaciones dado que es frecuente que se realicen entre particulares de comunidades distintas y recaudar el impuesto exigible. «Controlar el fraude es una de nuestras funciones, el que se lucra con una operación ha de pagar, es una cuestión de justicia tributaria», resume la consellera de Hacienda, Catalina Cladera.