Los vecinos de Es Migjorn deberán esperar al menos un año más para notar en sus bolsillos la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que el alcalde, Pere Moll, acordó con el Partido Popular a cambio de desbloquear la aprobación de los presupuestos de 2018. Un informe de la secretaria e interventora municipal concluye que «no hay tiempo material» para modificar la ordenanza y que ésta pueda estar en vigor el día 1 de enero, fecha en la que se merita el cobro del impuesto. La medida, por tanto, se aplaza hasta 2019.
El informe, al que ha tenido acceso MENORCA «Es Diari», detecta además otro escollo que impide aprobar esta rebaja fiscal el año que viene: el plan de ajuste presupuestario que el Ayuntamiento de Es Migjorn aprobó en 2012 para acceder a un préstamo para el pago de proveedores. Según este compromiso adquirido ante el Ministerio de Hacienda, el municipio no puede reducir ninguno de sus ingresos si antes no cancela esta deuda.