No funciona, ni volverá a funcionar. Red Eléctrica de España ha descartado la reparación del enlace submarino de interconexión eléctrica entre Menorca y Mallorca. Así se lo ha comunicado a la Conselleria balear de Territorio, Energía y Movilidad. La empresa ha optado por extraer el aceite refrigerante del cable, lo que lo deja inoperativo definitivamente y aboca a Menorca al aislamiento eléctrico por un periodo desconocido de tiempo, el que pasará hasta que se instale y ponga en marcha el desde ahora mal llamado segundo cable, un proyecto que todavía se está tramitando y para el que ni tan siquiera hay fecha de inicio de obras.
La decisión de prescindir del viejo cable, que en 1975 supuso la puesta en marcha de uno de los primeros enlaces de estas características en España, pone fin a 42 años de interconexión eléctrica entre Menorca y Mallorca cuando el proyecto para instalar un nuevo enlace todavía está en ciernes. La consecuencia es que Menorca, lejos de ganar un segundo cable llamado a aportar mayores garantías de suministro, como se había prometido, se queda sine die sin red de seguridad ante posibles averías de importancia en la central térmica de Maó, la única fuente de generación, al margen del pírrico aporte de las energías renovables.
El Govern fuerza una reunión con Madrid en busca de explicaciones
El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha reclamado una reunió urgente con el ministro de Energía y Turismo, Álvaro Nadal, para tratar exclusivamente sobre la decisión de la empresa de dejar inoperativo el enlace de interconexión eléctrica entre Menorca y Mallorca. Desde el Govern informaron este miércoles de que la previsión es que el encuentro se produzca el próximo 8 de enero, aunque el interlocutor del conseller menorquín será el secretario de Estado, Daniel Navía, y no el ministro.
Tiene narices la cosa. Para hacer una interconexión eléctrica submarina con Francia cuyo coste es de 1.800 millones de euros (700 millones de subvención pública europea), que servirá para hacer el negocio del siglo comprando electricidad nuclear francesa (barata) para venderla aquí a precio español, sí hay dinero y voluntad política. Para reparar un cable submarino que lleva energía a Menorca, NO. Y se supone que Red Eléctrica de España (que quiere comprar Hispasat por 1.200 millones de euros pagados en efectivo) es una empresa con una parte de capital público y función pública. Así nos va en este país.