La parte final del paseo marítimo de Cala Galdana lleva casi cinco años cerrada por riesgo de desprendimientos del acantilado. Una situación que parece que se aproxima a su fin, ya que el Ayuntamiento de Ferreries prevé ejecutar antes de la temporada turística obras de consolidación del cantil que garanticen protección ante los desprendimientos de rocas, que se han sucedido en los últimos años.
El Consistorio invertirá 290.000 euros, aportados por el Consell a través de los fondos de la regularización de las plazas turísticas de Cala Galdana. Las obras consisten en la consolidación, limpieza e instalación de elementos de sujeción para evitar nuevos desprendimientos, en 160 metros lineales del acantilado, que son los que están cerrados al tránsito peatonal.