A la cuarta, tampoco. El acuerdo para decidir unos criterios unitarios sobre las zonas de la Isla en las que se podrá alquilar viviendas a turistas ?la llamada zonificación? está pendiente de que los ayuntamientos decidan en el seno de sus respectivos equipos de gobierno si se suman a la última propuesta del Consell, que ayer no quiso hacer públicos los pormenores de la oferta de consenso que ha puesto sobre la mesa, aunque sí reconoció que se ha movido de su planteamiento inicial, que implicaba prohibir todo tipo de alquiler en los núcleos urbanos.
La presidenta de la institución, Susana Mora, aseguró ayer que la propuesta ha recibido el visto bueno de los alcaldes, con «un punto de entendimiento máximo», pero que «no puede cerrarse el acuerdo a la espera de que sea validado o no por los equipos de gobierno». Los consistorios tienen hasta el martes ?el lunes se reunirán internamente? para decidir si aceptan la propuesta. Si no hay un acuerdo unánime, el Consell no esperará más y aplicará los últimos criterios que ha puesto sobre la mesa.
A estas alturas solo están claras tres cosas: en las urbanizaciones turísticas de la Isla estará permitido el alquiler a turistas en todo tipo de viviendas, incluidas las plurifamiliares (los bloques de pisos), siempre y cuando las comunidades de vecinos, que tienen la última palabra, den el visto bueno. En suelo rústico ocurrirá lo contrario, estará totalmente vedado al alquiler turístico. La tercera cosa que está clara es que no habrá particularidades: se aplicará un único criterio para todos los municipios.
Fortalecer la clase media no destruirla como pretenden los sectarios radicales antisistema.