O ponemos dinero encima de la mesa o no vendrán. Es la conclusión a la que ha llegado el Consell, que a través de la Fundació Foment del Turisme de Menorca abrirá a concurso ayudas económicas para conseguir que las compañías programen vuelos directos fuera de la temporada turística, con la vista puesta prioritariamente en cuatro mercados estratégicos: el nacional, el británico, el alemán y el francés.
Los contactos mantenidos en los últimos meses con compañías aéreas en el intento de cubrir el vacío que dejó Monarch en la única ruta internacional que Menorca tenía en invierno, la de Londres, han servido para tomarle el pulso a un mercado que, aunque ve con buenos ojos un destino como Menorca «ve más rentables otros destinos», explicó ayer el director insular de Promoción Turística, Isaac Olives, quien asegura que la estrategia marcada ha sido acordada por el sector privado en el seno de la fundación.
El primer concurso público que se abrirá, una ayuda de 150.000 euros para la compañía que se decida a cubrir todo el año la ruta con el Reino Unido, servirá de modelo para intentar tender puentes con otros destinos tanto nacionales, como extranjeros. En este momento los servicios jurídicos del Consell están analizando las bases que regirán la convocatoria que abrirá la veda: «Nuestra idea es, basándonos en este modelo, estudiar qué conexiones se necesitan», avanzó Olives.
En ese sentido puso de ejemplo al mercado francés: «Hay muchos franceses que tienen casa aquí y que no vienen en invierno porque no hay conexión directa, las escalas lo complican todo».
Colaboración
La legislación europea no permite subvencionar directamente a las compañías para que traigan a turistas, pero sí permite los acuerdos de colaboración, el llamado co-marketing, que consiste en aportar dinero público para que se lleven a cabo campañas de promoción que llamen la atención de los potenciales turistas hacia un destino.
El Consell ha asumido que el destino no es capaz de generar suficiente demanda para que, sin incentivos económicos, las compañías apuesten por la Isla en temporada baja y ya ha tomado la decisión de aportar dinero de promoción para cambiar la dinámica: «Hay que incentivar a las compañías para crear suficiente demanda y, en el momento en que se haya generado, la administración se podrá retirar».
Olives advirtió que no existen cantidades millonarias y que «con cantidades pequeñas habrá que conseguir pequeñas cosas: las compañías tienen que ver que la Administración hace un esfuerzo». El objetivo es lograr abrir rutas de invierno y apoyarse en la creciente oferta de pequeños hoteles que están abriendo todo el año y que crean una atractiva oferta para acabar generando un círculo virtuoso.