Los proyectos financiados con el superávit del Consell permitirán, en materia de agua, que 2.500 vecinos de urbanizaciones puedan conectarse a la red de alcantarillado. En concreto son los residentes en La Argentina, Cala Morell, Cala Llonga y Cala Sant Esteve (en esta última también se resolverá el abastecimiento), que en 2018 verán la ejecución de obras de saneamiento por valor de 5,4 millones de euros (4,2 del Consell, el resto de los ayuntamientos) gracias al llamado plan insular de cooperación del agua, dotado con los remanentes del presupuesto insular ya cerrado del ejercicio 2016 y cumpliendo el requisito exigido por el Gobierno de que este dinero se destine a inversiones financieramente sostenibles.
El Consell en lugar de reducir deuda opta por invertir los 9.616.181 euros de recursos extraordinarios y destina 8.557.607 euros a ayudar a los ayuntamientos en tres lineas: proyectos hídricos, con un importe de 7 millones de euros; eficiencia energética con 750.000; y deportes, con 900.000 euros.
Con las aportaciones que también realizan los ayuntamientos, que tenían sus necesidades claras y los proyectos «muy avanzados e identificados», según afirmó ayer el director insular de Servicios Generales, Gabriel Pons Moles, el montante total de estas inversiones para 2018 alcanza los 11,1 millones de euros.
En materia de agua, además de la dotación de alcantarillado a las urbanizaciones (que hasta hoy realizan el vertido de aguas fecales en fosas sépticas), se contemplan otras obras por valor de los 2,7 millones de euros restantes, dirigidas a la reutilización de aguas para el riego de campos de fútbol como los de Es Castell, Es Migjorn Gran, Sant Lluís y Alaior, y a la solución de demandas pendientes desde hace años, como el suministro de agua potable a Binissafúller Roters y de agua depurada a la zona de S'Algar y Alcaufar, así como la instalación de un depósito regulador de agua potable en Cap d'en Font.
La institución se encuentra en este momento firmando los convenios de colaboración con los municipios para llevar a cabo las obras. Si presentar estas iniciativas antes de finalizar 2017 ha supuesto un esfuerzo, «la carrera comienza ahora», señaló la vicepresidenta Cristina Gómez, para que todos ellos se realicen en plazo, dentro del ejercicio 2018.
Por su parte, la presidenta del Consell, Susana Mora, defendió la decisión de invertir el superávit y aseguró que «es una obligación como institución velar por el bienestar de los menorquines, no podemos dar la espalda al problema del agua». En cuanto a las instalaciones deportivas, la mayor inversión se dedica a mejoras en el alumbrado para ganar eficiencia, y a cambiar el cesped porque, apuntó, la mayoría de los campos de fútbol «están obsoletos» y eso ha causado incluso lesiones en los deportistas.