El movimiento menorquín en defensa del modelo educativo de las «escoletes» será escuchado a finales de esta semana por la presidenta del Govern, Francina Armengol, quien ya ha recibido miles de firmas en apoyo a un «pacte per l'equitat per als infants 0-3 i les seves famílies».
En ese documento se denuncia que no es admisible «que más de un mmillar de familias no tenga acceso a una plaza escolar de 0-3 y que la única acción del Govern sea pretender autorizar guarderías sin ninguna intencionalidad educativa y a través de una normativa que permitiría condiciones deplorables», señala.
Las reivindicaciones menorquinas han sido planteadas antes al conseller balear de Educación en una reunión celebrada el jueves con presencia de Joan Marquès, delegado de la Conselleria. Además de la nueva regulación de esta etapa educativa, se abordaron otros asuntos como las becas de comedor, sobre las que el conseller reconoce que se ha trabajado en este tema en la etapa obligatoria, pero no en la de 0-3, para la que tampoco existe partida en los presupuestos de este año. March se comprometió a tratar el tema con la consellera de Bienestar Social, que en todo caso no tendría reflejo presupuestario hasta 2019.
Se ha pedido escuchar a los expertos a través de una comisión que elabore un libro blanco sobre la educación 0-3 en las Islas, aunque las impresiones transmitidas por la Administración no animan a esa participación al menos en la ronda actual de conversaciones con los agentes implicados.
La delegación menorquina también recordó al conseller balear el incumplimiento de la normativa ctual sobre atención a la diversidad.