Un millar de propietarios menorquines comercializa su vivienda a través de la plataforma Airbnb y el año pasado obtuvieron un beneficio de 13 millones de euros, lo que equivale a 13.000 euros de media por cada propiedad. El dato lo dio a conocer Francesc Roca-Cusachf, uno de los responsables de esta empresa desarrollada en internet, durante la mesa redonda organizada por Aptur en Es Mercadal.
Los viajeros que llegaron a la Isla de vacaciones con este modelo de alojamiento, compuesto en general por casas particulares, fueron 60.000 a lo largo de todo el año. La capacidad desestacionalizadora que ofrece es una de las características destacadas por el responsable de la empresa, quien desmontó, sin embargo, alguno de los tópicos que acompañan este tipo de oferta.
El principal de ellos alude al pefil del cliente de Airbnb, que según precisó no es un joven que viaja solo o en pareja con afán aventurero. El usuario tiene una edad media de 37 años y suele viajar en familia, lo que supondría un perfil coincidente con el cliente de las viviedas vacacionales, también compuesto por familias en su mayoría. En uno y otro modelo de alquiler la oferta está más adaptada a este cliente.