El mercado británico está suponiendo un dolor de cabeza para buena parte del sector hotelero menorquín. A mes y medio de que arranque la temporada turística el ritmo de reservas no está cumpliendo con las expectativas y uno de los grandes temores de los empresarios hoteleros es verse abocados a una guerra de precios con destinos competidores como Mallorca en un intento de evitar una caída de clientes del Reino Unido.
La voz de alarma lanzada por el presidente en Menorca de la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Balears (Aviba), Lorenzo Pons, motivó ayer la reacción de muchos hoteleros menorquines que ven incluso corto el porcentaje del diez por ciento de caída en las reservas. Se trata sobre todo de aquellos empresarios que han dejado de lado la llamada contratación segura, que garantiza una ocupación de la mano de los grandes turoperadores, para lanzarse a la caza del turista que llega por su cuenta en un momento en el que, lamentan, todavía no existe suficiente oferta de plazas de avión para los turistas que viajan por libre.