La economía menorquina ha encadenado tres años consecutivos con crecimientos de al menos un tres por ciento, la mejor fase expansiva que vive la Isla desde el año 2000, lo que ha permitido que su valor agregado bruto (VAB), la macromagnitud económica que mide su capacidad de generación de riqueza, se sitúe no solo a niveles previos a la crisis, sino incluso por encima, en concreto un 7,3 por ciento por encima, según el Boletín de Coyuntura Económica del Govern. Las cifras confirman que la recuperación es un hecho, aunque no se está traduciendo a la misma velocidad en la generación de empleo.
Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran cómo en el año 2007, antes de la crisis, el número de trabajadores de alta se situaba en 33.305 personas (se trata de una media anual ya que la cifra de trabajadores fluctúa mucho entre verano e invierno). Sin embargo, el año pasado se cerró con una media de 31.198 afiliados, un 6,3 por ciento menos o, dicho en números absolutos, 2.107 trabajadores menos que antes de una crisis que hizo estragos en el tejido laboral.