Primero fue una sensación, una reacción que se pensó coyuntural, pero casi dos años después del referéndum del brexit las consecuencias se expresan en la parálisis de la inversión inmobiliaria británica. Así lo constatan desde Banca March, uno de los agentes financieros destacados en estas operaciones. El flujo del capital británico «no es que haya disminuido, se ha paralizado», declara Marilén Palou, directora de zona de Menorca.
Los promotores franceses han tomado el relevo y mantienen el nivel de compraventas de propiedades, consolidan su papel como los nuevos grandes inversores en la propiedad de Menorca. Sin embargo, es la única alternativa, según los datos que maneja la entidad bancaria balear.