La Asociación de Productores de Agricultura Ecológica de Menorca (Apaem) mantiene la conferencia a cargo del agricultor y activista Josep Pàmies, defensor hasta el extremo de la medicina natural y que ha estado en el foco de la polémica. Esta charla debía celebrarse la tarde de este miércoles en la sala de plenos del Ayuntamiento de Maó. No obstante siguiendo las recomendaciones de la Conselleria de Salud del Govern, finalmente el Consistorio decidió no ceder las instalaciones.
La entidad organizadora no cede a las críticas y tras la reunión de la junta directiva celebrada este martes a mediodía, decidió seguir adelante con la actividad respondiendo a una «demanda social existente», apunta su presidente Bartomeu Pons, quien agrega que «sin tener que compartir un argumento uniforme, reclama un debate público que Apaem entiende que es muy positivo».
La Asociación lamenta la decisión del Ayuntamiento de Maó de no ceder la sala de plenos para una charla que versará sobre «alimentación ecológica y salud» cuando «los beneficios sobre la salud y ambientales de la agricultura ecológica están contrastados en múltiples estudios» y «todos los productos están certificados por organismos oficiales».
La entidad tacha de «sorprendente» la recomendación del Govern de no dar cobertura a las reflexiones de Pàmies que, por otro lado, «no han encontrado impedimentos para expresarse esta misma semana en Mallorca». Se celebrará este miércoles en el restaurante Clorofil·la de Maó a las 19 horas. Y este jueves en Ciutadella a las 18.30 horas en el Espai Bokashi.
Hay que recordar que Josep Pàmies ya estuvo en la Isla. En abril de 2015 ofreció dos conferencias, una en Es Mercadal, que se celebró en la sala multifuncional, y otra en Ferreries que tuvo lugar en el Auditori. Habló sobre alimentación y salud, por un lado, y sobre por qué la OMS tiene miedo de las plantas medicinales, por otro.
Que a estas alturas, en pleno siglo XXI y con lo que ha evolucionado la Ciencia y la Medicina, que todavía a día de hoy queden tantas personas analfabetas e ignorantes que sean capaces de sostener que con cuatro hierbas y poco más, es posible curar un cáncer, o que sean capaces de negar la evidencia de los grandes beneficios que desde hace muchas décadas han supuesto para la población infantil las vacunas en la erradicación de graves enfermedades, es una muestra más de la gravísima degeneración acelerada que sufrimos como sociedad supuestamente avanzada y civilizada. Y entre las nuevas generaciones (o degeneraciones, deberíamos decir) esto todavía es mucho más patente. Estos illuminati creen que la gente es imbécil. Lo grave es que se les permita divulgar estas peligrosísimas falacias, jugando impunemente con la salud y la vida de los ilusos que les escuchan.