De la comunidad educativa de Menorca brotó en el verano de 2012 un movimiento para promover un pacto educativo en las Islas que se acabara formalizando en una ley autonómica estable y de consenso. Las reuniones han sido muchas, las horas invertidas infinitas. La entrada del Govern de Francina Armengol abrió unas expectativas reales de hacerlo realidad. Illes per un Pacte, ya en versión balear, recibió incluso el premio Ramon Llull. No obstante, a unos diez meses de la disolución del Parlament balear la elaboración de la ley no avanza al ritmo que este colectivo desearía, con el riesgo ya considerable de que no se apruebe en esta legislatura.
Josep Castells, diputado de Més per Menorca, quien participó en la iniciativa desde abajo, defenderá el martes en el Parlament una moción para que el Govern se comprometa a acelebrar la ley. «Se ha encendido la luz roja, si no se materializa pronto puede quedar en nada. Estamos fuera de plazo», explica. Lamenta que no aparezca ni siquiera en el plan normativo del Govern, «esto demuestra que no hay interés, que sean claros y expliquen por qué».
Desde Illes per un Pacte y Menorca Edu21, Mar Lluch comenta que en la última asamblea del colectivo, el mes pasado, se habló sobre esta lentitud del Govern y la necesidad de que «sea una prioridad, así no parece que vaya a materializarse en esta legislatura» cuando «siempre hemos trabajado con la idea de que fuera una realidad con este Govern». En sede parlamentaria, el conseller Martí March explicó hace un par de semanas que se está trabajando en el borrador de la ley que estará listo tras el verano. El Govern hizo suyo el objetivo del pacto educativo, pero primero amplió el Consell Escolar para que lo tratara y en octubre de 2017 se optó por constituir una ponencia parlamentaria para abordar la ley, que comenzó a trabajar en enero con la comparecencia de numerosos expertos.
Tanto Castells como Lluch discrepan de la labor de la ponencia. «Ya nos opusimos en su momento, todo lo que allí se habla es muy interesante, pero para conseguir la ley no ha servido de nada, el trabajo ya estaba hecho a través de Illes per un Pacte. Se llega a las mismas conclusiones», afirma el diputado de Més. Lluch lo ratifica, «no parece que esto deba ser lo que toca ahora, este trabajo ya estaba hecho desde la base. Debería ir en paralelo al proyecto de ley. La sensación que tenemos es que toda va muy lento».
Solo gestos
El autor de la moción lamenta que «solo se han hecho gestos, como el premio R amon Llull, pero la sensación es que ahora se deja pasar el tiempo . Esto lo tiene que liderar el conseller para negociar con los partidos que no han suscrito el pacto (PP y Podemos)». Castells cree que el consenso no es un obstáculo relevante. «Llegamos a tiempo si se pone toda la maquinaria a funcionar, si no es imposible. La comunidad educativa hizo lo más difícil y ahora no es correspondido, cuando la educación es una competencia del Govern muy importante». Lluch avisa que la parsimonia no lleva al desánimo, «el empuje no lo perdemos, ahora no aflojaremos».